Año 1930

La AIACR autoriza para finales de julio la celebración del VIII Circuito. En un principio se aprueba la mitad del presupuesto, cantidad insuficiente para celebrar dos carreras y, más aún, con la depreciación de la peseta sufrida en el segundo trimestre de 1930. Asimismo, será preciso tener en cuenta que la contratación de “drivers” se realiza en divisas.

Este hecho origina la preocupación de Manuel Rezola, presidente de la entidad organizadora. Juan José Prado, alcalde de San Sebastián, interviene en las negociaciones demostrando su escaso interés por el acontecimiento y creando discrepancias entre el Ministerio de Economía y la Comisión del Motor del gobierno de Madrid.

Ante la indecisión de las autoridades, Diputación de Gipuzkoa envía un extenso telegrama de 200 palabras al presidente español, el General Berenguer, recordando los más de dos millones de pesetas (12.000 €) invertidos en los arreglos y conservación de la carretera del circuito y que ni a San Sebastián ni a Gipuzkoa se les debe privar de la mayor atracción turística. Además, los organizadores han creado año tras año un material importante como tribunas, aprovisionamientos, de affichage, etc.

El telegrama sensibiliza tanto al rey Alfonso XIII como al gobierno de Berenguer por lo que se concede una subvención de 125.000 pesetas (750 €) del Ministerio de Fomento y 50.000 (300 €) de la Comisión del Motor a través del ayuntamiento donostiarra, pero esta cantidad, además de insuficiente, llega tarde puesto que se aprobó el dos de julio.

La Comisión Deportiva en reunión urgente decide suprimir la carrera para vehículos sport y celebrar el Gran Premio de San Sebastián.

A pesar de que una de las más beneficiadas con la organización de la carrera son las propias marcas de coches, ellos no quieren hacerse cargo del puesto que ya disfrutan de una gran publicidad gratuita en todos los medios de comunicación.

Nuevamente interviene el alcalde donostiarra dispuesto a fomentar la suspensión de la carrera quedándose de esta forma con el dinero y dedicarlo a actividades de difusión local, especialmente las taurinas. Ante tal injusticia, Diputación otorga un aval al Automóvil Club por 25.000 pesetas (150 €), cantidad necesaria para afrontar las posibles pérdidas que se pudiesen originar y se compromete a realizar un nuevo esfuerzo en el amejoramiento de la calzada en las zonas de intenso tráfico y de curvas peligrosas.

Por fin, el cinco de octubre a las doce se da la salida al mejor plantel de pilotos del año cerrando así la temporada automovilista europea y la temporada turística de San Sebastián.