Año 1934

Para hacer realidad el X Circuito de Lasarte, el gobierno de Madrid está dispuesto a subvencionarlo casi en su totalidad. El resto del presupuesto lo destina a fomentar el nuevo circuito de Montjüic en Barcelona.

Y para cubrir el posible déficit, los organizadores se dirigen en julio a Diputación y ayuntamiento de San Sebastián. Inmediatamente se reúnen los primeros aprobando un aval máximo de 40.000 pesetas, siempre y cuando la corporación municipal avale la misma cantidad. Sin embargo, los ediles posponen su reunión con la clara intención de conceder el aval en el momento que la Comisión Deportiva desista de organizar la carrera por falta de material de tiempo. De esta forma el ayuntamiento conseguiría su objetivo, prescindir de las carreras de Lasarte, no pareciendo responsables de la catástrofe.

El Club fija un plazo de contestación y advierte que si este año no se celebra el circuito, desaparecería del calendario, puesto que el gobierno de Madrid desviaría todo su apoyo a las carreras catalanas.

Ante la indiferencia municipal se inicia una denuncia colectiva por parte de la prensa local y nacional, así como por el comercio y empresas de servicios guipuzcoanos para presionar al ayuntamiento. Todavía, el 22 de agosto, los ediles encuentran el medio de retrasar su decisión involucrando al CAT, lo que provoca la renuncia de los organizadores y suspender el circuito.

El comercio ve cómo el ayuntamiento de San Sebastián le ha despojado de uno de sus ingresos más saneados y a los ciudadanos, de uno de sus espectáculos favoritos y gratuitos.

Por fin el 29 de agosto, la corporación aprueba el mismo aval que un mes antes lo hizo Diputación.

A pesar de la premura de tiempo, viendo el interés de los guipuzcoanos y con el donostiarrismo que caracteriza al Club, se inician los preparativos porque sabe la experiencia que tiene en este tipo de organizaciones y conoce el equipo humano con que cuenta.

En estas cuatro semanas la Comisión Deportiva trabajará increíblemente en la considerada como la carrera más importante del mundo en el año 1934. Al ser un país neutral se consigue reunir por primera vez a las primeras naciones de la industria automovilista: Francia con Bugatti, Italia con Alfa Romeo y Maserati, y Alemania con Mercedes Benz y Auto Union, que han decidido esta temporada entrar en el circo del Grand Prix.

120.000 aficionados se darán cita para ver el mejor plantel de pilotos de todos los tiempos: Nuvolari, Chiron, Fagioli, Caracciola, Stuck, Varzi, Lehoux…